Manta y la Gastronomía Manaba

Cazuela Manabita

Muchos cuencanos (como yo) aprovechan las fiestas de Independencia para escapar del bullicio de las celebraciones, ferias y el Play Land Park. Como buenos serranos buscamos la calidez de la Costa y la brisa de la playa. Sin embargo, este año el Fenómeno de la Niña nos jugó una mala pasada al enfriar las costas ecuatorianas. Días nublados con bajas temperaturas caracterizaron el feriado. Con la playa helada ¿Qué se podía hacer? Regresar a Cuenca o disfrutar las vacaciones!

 A pesar del clima nada acogedor, no podía dejar de disfrutar las bondades de la comida manabita. El programa “Las Mejores Huecas: Mapa Gastronómico del Ecuador” transmitida por Teleamazonas fue de gran ayuda a la hora de escoger el mejor sitio para degustar la gastronomía local. Ésta se caracteriza por la diversidad de sus exquisitos platillos a base de mariscos, plátano, maní y queso. El viche, la cazuela, el pan-de almidón, los ceviches, los deliciosos dulces de Rocafuerte, los corviches, las empanadas de verde y por supuesto la sal prieta son algunas de las delicias que se pueden probar. 

 La Playa del Murciélago, es la más visitada en el puerto de Manta cuenta con el malecón escénico el cual acoge a más de 20 locales de comidas, artesanías e información turística.  Su nombre se debe a su forma parecida a u murciélago, con las alas desplegadas.

Una de los mejores restaurants en Manta

Una vez en el malecón, me dirige a una de las “huecas” recomendadas por Teleamazonas: Oh Mar: una ricura en mariscos. Sin duda, le hace honor a su nombre. Degustamos una paella de mariscos, camarones al ajillo, chicharrón mixto y el famoso “camotillo” frito.

Camotillo

Este singular pez mide 11 cm de largo y su sabor se asemeja al del camarón. Para su preparación se debe utilizar sal, pimienta y limón. El truco es freírlo en un sartén de teflón con aceite hirviendo. Se lo acompaña con patacones, ensalada y salsa.  ¡Delicioso!

 

Los precios oscilan entre los $10-$15 pero vale la pena.  El local es acogedor, limpio pero se debe esperar por la orden debido a la numerosa clientela.

Aunque el clima no fue el mejor, Manta enamoró con su sabor y la amabilidad de su gente. Un lugar para recordar y volver a visitar! Manta me encanta!